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Algunos apuntes sobre la Eyaculación Femenina (2): el Amrita según el Tantra
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Algunos apuntes sobre la Eyaculación Femenina (2): el Amrita según el Tantra Para el Tantra (y su versión china, Yin Tao) la eyaculación femenina es conocida desde hace mucho tiempo como Amrita, el Néctar de la Diosa y es considerada como un preciado regalo de la Diosa Shakti, la Poderosa, para poder sanar bloqueos y frustraciones afectivas muy antiguos y profundos de la mujer. Pero además, si su partenaire amoroso logra beber o lamer el Néctar, también se beneficia de estas propiedades sanadoras. De allí que el Amrita sea venerado como lo máximo que una mujer pueda regalar a su amante en un encuentro erótico. El término Amrita, como otros muchos términos sánscritos, tiene diversas connotaciones en el complejo mundo hindú. Amrita o amrit es una palabra en sánscrito que significa literalmente ‘sin muerte’ (siendo a: partícula negativa, y mritiu: muerte) Suele aparecer en los textos clásicos sánscritos como néctar. Es equivalente al concepto de ambrosía de los dioses griegos y tiene diferentes significados en diversas religiones de origen indio. En el hinduismo, el amrita es la bebida de los dioses, que garantiza la inmortalidad. El amrit está relacionado con el samudra manthan (batido del océano de leche) uno de los mitos fundamentales del hinduismo. Los dioses, debido a la maldición del iracundo sabio Durvasa, habían comenzado a perder la inmortalidad. Con la ayuda de los demonios asuras batieron el océano de leche (océano concéntrico que se encuentra más allá del océano de agua salada y del de agua dulce) para encontrar el ‘néctar de la inmortalidad’. Tras beberlo, los dioses ganan la inmortalidad y derrotan a los demonios. En en yoga, el amrita es un líquido que puede fluir desde el chakra (centro de energía) del cerebro a través de la garganta en estados profundos de meditación. Se le considera una bendición: muchos textos yóguicos dicen que una sola gota es suficiente para conquistar la muerte y adquirir la inmortalidad. En la comunidad sij, el amrit es el agua bendita que se utiliza en la ceremonia del bautismo, que se conoce como amrit sanskar(sacramento del amrita) o amrit chakhna. Esta ceremonia se utiliza para la iniciación de los sikhs en la hermandad khalsa. La ceremonia requiere la bebida del amrit un agua creada mezclando cantidades diferentes de ingredientes solubles con una khanda (especie de daga), mientras se recitan las escrituras de los cantos sagrados (banis). En el budismo, bajo su nombre tibetano dutsi, también aparece en la mitología del budismo tibetano, donde va unido a la muerte del monstruo Rahu por Vajrapani, cuya sangre cayó en la superficie de la Tierra e hizo surgir todo tipo de plantas medicinales. Dutsi también hace referencia a las hierbas medicinales que se utilizan en las ceremonias de entronización de lamas en el budismo tibetano, conocido como drubchens. Normalmente tiene la forma de unos granos marrones oscuros y pequeños que se asocian con el bienestar. Para entender mejor el papel del Amrita en Tantra, nada mejor que reproducir el texto de una Shakti, instructora de esta disciplina. Cuando el punto sagrado está completamente despierto, cuando está libre de influencias negativas, la diosa y sus hermanas mortales son capaces de experimentar una elevación extraordinaria del potencial orgásmico, disfrutando de orgasmos múltiples así como también de orgasmos extendidos. Las mujeres con este tipo de facilidad sexual también podrían secretar un líquido claro, que los sexólogos modernos asemejan a la eyaculación del hombre, y que el Tantra llama amrita, o néctar divino. La mujer podría experimentar un tipo de explosión alegre de energía cuando esto ocurre, pero esta experiencia es bastante distinta de la eyaculación del hombre. El néctar es producido una vez que se ha activado el punto sagrado, pero no es necesario estimularlo para que ocurra. De hecho, la secreción podría ocurrirle a una mujer poderosamente orgásmica sin que haya experimentado un orgasmo, e incluso podría ocurrir en situaciones que no sean meramente de tipo sexual. Hay mujeres que producen amrita durante episodios de risa profunda, al igual que el ejercicio aeróbico también puede producir el tipo de energía que estimule su secreción. La experiencia es similar a rendirse físicamente. Decimos que una mujer pierde el control -de la risa, de la energía, del amor, de la alegría- cuando secreta la amrita, pero realmente ella se está haciendo uno con la risa, se está convirtiendo en energía, en amor, en gozo. Y al hacerlo está obteniendo la esencia de este sentimiento de éxtasis, gana mucho no pierde nada. Lo más sorprendente de la amrita es su cantidad; sus secreciones son muy abundantes, y pueden ser múltiples en el transcurso de una meditación amorosa. El Tantra describe el poder femenino o shakti como ilimitable; esta demostración líquida de ello parece afirmarlo. La liberación del néctar a menudo produce un efecto espectacular. Si la mujer libera su líquido cuando su amante está fuera de ella, la amrita podría salir fuertemente, como una llovizna fina, o explotar y elevarse en el aire como una fuente -hasta casi dos metros-. Si su amante está dentro de ella, el néctar empapará su lingam en un increíble baño energético. Toda mujer tiene la posibilidad de experimentar la efusión de su amrita, pero no se consigue intentando su práctica hasta alcanzar habilidad en ello. Además de aprender a rendirse a una felicidad profunda que podría no ser sexual, la única manera de activar dicha experiencia es un masaje amoroso regular del punto sagrado. Incluso las mujeres que liberan amrita ocasionalmente no pueden controlarla conscientemente. Cuando pasa es un regalo, inspirado y divino. Para el taoísmo una mujer es esencialmente YIN, como el océano, profunda, misteriosa, acuosa. La consideran como energía yin inagotable, fresca, receptiva y fértil, capaz de recibir y generar otra vida dentro de ella, siendo por ello poderosa. Pero muchas mujeres han perdido el contacto con su energía más profunda Yin y hoy han cultivado sobre todo su lado Yang, producto de una carencia de conversaciones sexuales apropiadas, de condicionamientos sociales y dogmas religiosos, tomando como referencias lo que nos entrega la televisión, películas y las clases de anatomía básica aprendida en el colegio. Esto lleva a muchas mujeres a confundirse, a sentir que sus cuerpos son inadecuados, que no son bellos y por lo tanto no “deseables” para el otro, creando hábitos sexuales poco sensitivos, propios de un mundo agresivo y acelerado. Pero nunca es tarde para despertar ésta conciencia, entender la belleza que hay detrás, recuperar el dialogo interior perdido con su vagina Para finalizar estos apuntes, expondré algunas reflexiones basadas en mi experiencia como sanador tántrico (Daka) y masajista del Punto Sagrado. Todos los seres humanos arrastramos viejas heridas afectivas (“el/la niño/a herido/a”) desde nuestro nacimiento o como herencia de vidas anteriores. Estas heridas son sentimientos que no han podido expresarse o ser satisfechos en determinado momento. Se graban en nuestro inconsciente y se manifiestan como emociones que nos paralizan frente a determinadas situaciones. A nivel físico, las emociones circulan por la fascia (envoltura de tejido conjuntivo que realiza un número importante de funciones, incluyendo la envoltura y el aislamiento de uno o más músculos) produciéndose bloqueos musculares y malas posiciones corporales. Suelen distribuirse por distintas partes del cuerpo, pero especialmente en las zonas erógenas y todo el aparato reproductor. En el plano energético se manifiestan en bloqueos de meridianos y al cronificarse originan patologías de todo tipo y gravedad. El Tantra y el Taoísmo postulan que el orgasmo tiene la propiedad de sanar afectivamente a la persona que lo experimenta y que cuanto más prolongado y profundo sea, mayor será esa sanación. De allí la importancia que adquiere el masaje del Punto Sagrado, tanto en mujeres como en hombres (la próstata). El profundo placer que produce su estimulación, hace que la persona que lo reciba entre en un estado orgásmico, más que experimentar un orgasmo breve y aislado, aunque este último tenga sus méritos. El orgasmo prolongado y extendido a todo el cuerpo produce una sobrecarga sensitiva y cualquier estímulo puede producir una descarga emocional muy fuerte, seguida de un sentimiento de liberación y rendición del ego, ese pequeño personaje que todos somos y debemos ser en nuestra existencia en este planeta. Cuando la mujer libera amrita se produce una descarga emotiva muy intensa y sanadora. La destreza del Daka o la Dakini es fundamental para lograr la confianza y la relajación de la mujer que recibe el masaje sagrado. Pero además hay técnicas, muy simples o más complejas, de respiración y desbloqueo físico que facilitan este proceso. Pero la descripción de estas técnicas sería tema de otra publicación y además un poco complicado de explicar mediante un texto, ya que requiere experimentación y una correcta ejecución tanto por la persona que recibe el masaje como quien lo da. Como cierre, quiero transmitiros lo que me confesó una Shakti, compañera en un curso de sanación tántrica, luego de haber liberado amrita por primera vez: “Sabes, sentí como si el cielo de mi útero se desplomase y ahora soy más libre”…. Espero que estas dos publicaciones os agraden y dejéis vuestros comentarios siempre bienvenidos. Y a orgasmear todo lo que podamos Besitos tántricos  Amo Nuralo |
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