el algarve
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Publié :29/8/2014 2h08
Dernière mise à jour :31/8/2014 12h44 4072 vues
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Esta es mi contribución a la parte del Algarve... espero que les guste
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Esta noche era distinta.... (fin)
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Publié :18/5/2014 8h22
Dernière mise à jour :31/8/2017 2h13 4119 vues
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Cada suspiro que apreciaba detrás, era una nueva motivación para seguir en la nuestra propia, sabedora de que cada golpe dentro de mi cuerpo, era un deseo silenciado de ser el protagonista, sentir en su carne lo que trataba de esculpir en su miembro duro, excitado, deseoso, alocado, ocultando y descubriendo una y otra vez su carne. Giré mi cuerpo, necesitaba esa comprobación, ese sonido tan especial que hace al rozar la mano mojada mas y mas aprisa. Abría y cerraba mi boca transmitiendo mis silenciosos gemidos, atrapada en el placer que sentía en mi interior, subida, cabalgando y contemplando ese dulce espectáculo, al mostrarme abiertamente, seduciendo, excitando tanto a mi amigo como al artífice de mi secreta fantasía. Exhibir mi cuerpo sabedor del resultado, me hacia disfrutar como nunca.
Las sacudidas casi al compás del sin serlo, trío particular, fue la apoteosis final, la ovación interna, la cúspide deseada al guión distinto, secreto, alocado.
La calma del después, reparadora, sosegada, críticos inexpertos, diseccionando cada reacción, cada visión, cada pausa y cada nuevo comienzo, alargo la velada hasta casi la madrugada.
Abandonamos el local, ya casi vacío, al pasar por nuestro secreto nuevo amigo, un guiño de complicidad, nos hizo reír y al cruzar la puerta, quizás sabiendo que no la volveríamos a traspasar, nos hizo volver a la realidad, pero ya una historia nos uniría para siempre.
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Esta noche era distinta (IV y penúltimo)
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Publié :12/5/2014 9h12
Dernière mise à jour :17/5/2014 17h52 4159 vues
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Al salir, una sonrisa y un cómplice guiño me llevo de nuevo a mi asiento. Le conté el episodio que acababa de ocurrir, a mi acompañante y una nueva excitación se apodero de los dos.
-¿Qué tal si lo dejamos participar? ¿Si le damos el ticket a nuestro mas loco espectáculo? Ya creo que es urgente saciar ese volcán que apreciamos ambos, voy a comentarle si tiene algún reservado especial para nosotros, donde tenga un palco de honor, nunca se sabe, igual es valiente…
Mi respuesta afirmativa hizo que tomara el mismo camino que había recorrido yo unos instantes antes, aunque ahora con distinto objetivo.
Su gesto indicándome que me acercara insinuaba que la propuesta había dado su efecto y el broche final a tan distinta velada, seria digno de recordar.
Pasamos tras una cortina a un pequeño local donde la situación de unas tenues luces daba al ambiente un lugar casi oculto a otras parejas, enfrascadas en sus propias historias. Nos quedamos en el primer grupo de pequeños sofás, cerca de la entrada y de la contemplación de nuestro oculto admirador.
Volví a abrir mis piernas libres como estaban, seductoras, invitando a explorar la cueva húmeda, transitando como en una montaña rusa por todos los giros, bajando y volviendo el ascenso de nuevo hacia la cúspide más alta, mis gemidos eran silenciados por su boca, jugando dentro de mi, enviándome ritmos nuevos, pautas y rutas insospechadas…
Libere su pantalón con cierta urgencia, necesitaba que se acoplara su cuerpo con el mío, el movimiento que sentía a mi espalda, me hacia imaginar el vuelo que esa otra mano tenia en si mismo, al contemplar esa película, esa representación real, en su honor.
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Esta noche era distinta (III)
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Publié :9/5/2014 5h43
Dernière mise à jour :20/5/2014 13h42 4507 vues
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Al cruzar la puerta el sonido de la música ocultó el sonido de mis pasos, pero mi cuerpo lanzaba ya susurros evidentes en cada ligero contoneo, enseguida le vi unas mesas mas al fondo, su mirada me llamaba en la lejanía y con cada pisada entraba en el mundo de la iniciada ya excitación, aprobando secretamente mi aspecto.
Aprecie alguna mirada mientras me dirigía hacia el, que era correspondida con un acaloramiento interno que se reflejaba en mis ojos, mirando directamente, sin pudor, sin barreras, transmitiendo el gusto por cada historia imaginaria que se formaba a mi paso.
El beso de bienvenida me hizo estremecer, recreando cada movimiento juntos del día anterior, pedí una copa y nos enfrascamos en una relajada conversación, al rato su voz susurrante en mi oído, otra vez dirigiendo mis movimientos, mis actos, que yo gustosamente había decidido cumplir paso por paso.
-abre las piernas suavemente, tienes un admirador contemplándote…
Cerré los ojos y fui separando poco a poco mis piernas, el sabor de apreciar como mi tanga asomaba bajo mi falda, era increíble, al abrirlos de nuevo, mi vista fue directamente apreciando la reacción de quien se recreaba en contemplarme, una ligera excitación que me hizo sonreír de una manera especial.
-quiero algo mas fuerte, sentirte mas indefensa, ve al baño y quita esa barrera que pone tu tanga, ese perfume que acaba de transformarlo será mi recuerdo de esta noche- de nuevo sus palabras en mi oído, hicieron que cómo un resorte deseado me encaminara al baño del local, volviendo a los pocos segundos y escondiendo en el bolso de su pantalón mi pieza mas intima.
Tome un trago de mi copa y su beso de gratitud me hizo de nuevo saborear el cosquilleo del momento tan distinto que estaba viviendo.
Apreciaba su miraba por el local, anticipándose a la reacción de mis casi descarados y programados actos, el movimiento de aprobación hacia un grupo de chicos que no apartaban la vista de mi, hizo que con un movimiento dejara caer su cartera al suelo, me miro y dejaba bien a las claras que seria yo quien la recogería, mostrando mi desnudez bajo la falda al agacharme a recogerla, indicándome con un guiño cual seria el destino de mi espectáculo particular.
Sentía mi corazón acelerarse, imaginando el abultamiento de cada uno de los miembros, concentrando en esa intima parte el resultado de la visión que tenían tan cerca, mi trasero desnudo bajo mi falda, mostrando el surco de oscuros deseos imaginarios, aun con esfuerzo me moví mas lentamente, alargando el momento ,acallando la excitación que me producía, recreando la escena que retendrían, esperaba, en la retina hasta el instante que quizás en la quietud de la preparación al sueño, dieran rienda suelta al gozo particular.
Mi cuerpo no tardo en reaccionar y sentía como la suavidad de mi entrepierna destilaba un licor que me recorría bajo la falda, era un volcán en erupción, tímida lava que pedía ser compartida, apreciada, así que al retomar de nuevo mi asiento, acerque con esa inicial locura mi copa allí, el frío cristal me hizo reir y sin apartar los ojos del grupo de chicos, la pase por el extremo mas sensible de mi misma, circulando alrededor del vaso un toque especial a tan sabrosa bebida, cada pasada lenta mas aceleraba mi excitación, contemplando el resultado. Me gire hacia mi compañero de viaje y con un guiño le di a probar, paso la lengua todo alrededor trasladando a su cara las mejores expresiones de gusto al relamer y reconocer el intimo sabor.
Sentí posarse sobre mi otra mirada, desde otro ángulo, ese cosquilleo que indica que tus claves son escuchadas sin pretenderlo, voltee mi cuerpo y aprecie a la perfección el gusto que tenia el joven camarero al ver esa escena tan intima que acababa de tener, su posición estaba cerca del pasillo hacia el baño así que dando una disculpa a mi amigo, hacia allí me dirigí, la urgencia de vaciar mi interior, me daba un juego nuevo.
Mi camino sabiéndome contemplada, deseada, hacían si cabe mas sensuales mis movimientos y cuando estuve a su altura mi mano apenas rozo su abultado pantalón, vibrando bajo la palma de mi mano, ahogando el suave gemido que trataba de controlar, pero seguí mi camino, acallando el deseo de que continuara mi exploración.
(aún queda algo más en mi mente, así que continuará)
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esta noche era distinta ( II)
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Publié :4/5/2014 4h32
Dernière mise à jour :9/5/2014 5h37 4299 vues
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Había sido fantástico, no podía ser de otra forma, dirigía y te hacia implicarte mas y mas, saltando los guiones marcados, como el director experto que logra que sin darte cuenta pases esa barrera que nos marcamos y una vez en ese otro lado, seas alguien tan distinto que te hace sentir alocada, explosiva y abandonada por completo.
En nuestra bajada del telón imaginario, donde se continua con esa complicidad creada, donde confiesas esas esquinas que solo compartes con quien has llegado a conectar de manera distinta, le hablé de mi placer oculto al exhibicionismo, tratando de explicar cada sensación que me inundaba, cada reacción, cada gozo interno, cada sacudida a mi mas profunda sexualidad.
Se mostró deseoso de participar en ella, de ser el espectador de excepción a tan secreta representación, de verme bailar esa pieza, marcando el, el ritmo, moviendo la batuta hasta lograr ese sonido especial, único, para de nuevo saltar al otro lado.
Así que marcamos la noche de hoy como la idónea para tal fin, nos reuniríamos en un pub de las afueras, concurrido pero con cierta intimidad, el me esperaría allí y yo me vestiría de manera especial, mostrando esa secreta sensualidad que hace que sientas que eres deseada con cada movimiento que creas, como el epilogo secreto que solo tu conoces, que solo tu escribes, pero que muchos desearían perderse en sus líneas, en sus párrafos, en su lectura sin fin.
Pose el cepillo sobre la repisa del baño y el sonido me hizo volver a la realidad, me detuve en mirar la imagen que transmitía el conjunto final y otra sonrisa vino a mi encuentro, el pelo medio recogido insinuaba mas mi esbelto cuello, casi tentando a posar un ligero mordisco, la suave tela de la blusa se pegaba a mi cuerpo, contoneándose en mis pechos, abriéndolo por momentos, como resultado de dejar libre un par de botones, mi falda sin ser apretada dibujaba a la perfección mi contorno, mi figura debajo de ella, quizás apreciando si mas uno se detenía la marca que hacia mi pequeño tanga y la presión de las medias que terminaban en mi muslos, los zapatos a media altura, daban ese aire de elegancia que resulta tentador cada paso, el maquillaje sin ser excesivo daba un resultado de perfecta armonía. El perfume estratégicamente situado remataba el instante final.
Era la hora señalada así que descolgué el teléfono y pedí el taxi que me llevaría al lugar acordado.
Sentí la mirada del taxista recorrerme por el retrovisor interno del coche y en cada pasada era la seguridad que había logrado mi inicial objetivo, sentirse deseada. No articule palabra con el, el silencio seria mi norma en esta noche, solo los sentidos hablarían, claves en morse, solo para quien supiera los códigos secretos, la atención adecuada, el segundo o minutos necesarios para ser actor de la triunfal obra.
(continuará)
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esta noche era distinta
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Publié :2/5/2014 9h56
Dernière mise à jour :6/5/2014 17h06 4358 vues
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Esta noche era distinta, una sonrisa iluminaba mi cara al sentir el nerviosismo recorriendo mi cuerpo mientras me vestía.
Mis manos subían las medias suavemente haciéndome sentir toda la sensualidad que me acompañaría en este mi viaje especial hacia mi deseada fantasía.
Mire mi ropa colocada encima de la cama y la lentitud de mis movimientos eran el primer placer hasta llegar a ella.
Escoger la adecuada era un cosquilleo tan estupendo que cada poro de mi cuerpo respondía a su contacto, hoy no era vestirse, hoy era crear algo mucho más mágico, mucho más excitante, era saltar de puntillas sobre la imaginación del resultado, de la reacción hacia cada prenda puesta en mi.
El reflejo del espejo me iba dando su parecer, como si tomara vida, afirmando o negando el resultado final.
Cuando pasé a la tarea de peinarme y maquillarme, vino a mi mente el encuentro que me había llevado a esta noche.
Había sido el día anterior, pero ya el tiempo en mí estaba como parado, como en compás de espera, como detenido del resto del mundo y más parecía que todo había ocurrido hace mucho más tiempo.
Los congresos traían siempre emociones nuevas, conocer personas tan diversas, era cada vez mas interesante, ese contacto con gente tan diversa era enriquecedor y todo era así hasta que una mirada me hizo sentir distinta, ese juego de sutil seducción nos acompaño en todo el día.
Al terminar la intensa jornada, un pequeño grupo, donde se encontraba el, se acerco a mi, con esa familiaridad que da el pasar horas en un mismo recinto. La pregunta de rigor… si conocía un sitio donde pasarlo bien esa noche, me ofrecí a acompañarlos, mi carácter extrovertido y abierto, solía ser un imán, para integrarme en nuevas salidas compartidas.
Eran agradables, pero nuestras miradas seguían mandándose esos mensajes ocultos de querer escapar los dos y dejarse llevar por un momento mucho mas intimo, mucho más particular, dando rienda suelta al contacto del cuerpo a cuerpo.
No se el momento exacto en que abandonamos el grupo camino de su hotel, estaba ya cautivada de el, presa del deseo de perderme en sus brazos, de su posesión mas profunda, del instante que su circulo se cerrara sobre mi y que esa mirada cautivadora se posara en cada rincón, haciéndome escenario de su mejor obra…
(continuará...)
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Benedetti
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Publié :20/4/2014 7h27
Dernière mise à jour :4/5/2014 15h57 4263 vues
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Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
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el último poema de Borges (en realidad no lo es, pero está genial)
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Publié :20/4/2014 7h22
Dernière mise à jour :20/4/2014 13h00 4164 vues
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El último poema
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
Comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales
y menos imaginarios
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera
y seguiría así hasta concluir el otoño.
Y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo
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¿Son sueños? I
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Publié :17/1/2011 17h59
Dernière mise à jour :7/5/2024 3h40 4976 vues
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No sé que me ocurrió. Algo me despertó. Era verano y tenía calor aunque no sé si por la temperatura del piso o por el sueño que había tenido. Sentado en el sofá, totalmente desnudo, sentía mi erección. Duro, desafiante en su máxima expresión todavía anhelaba aquel sueño que vivimos juntos.
en mi boca perdurada un extraño sabor entre cítrico y dulce, y un olor que me recordaba al que destila una mujer cuando desborda pasión.
En mi sueño aquel sabor a cítrico, pastoso, frío, a modo de sorbete de helado, había guiado mi lengua por el cuerpo de aquella mujer. Había besado sus labios, chupado su lengua, mordido su cuello y nuca mientras mis manos buscaban sus pechos desnudos, turgentes... Sus pezones, duros y erguidos, me invitaban a comerlos, guiados por una gotas de helado que intentaban que no me equivocara en su camino. Y en efecto no me equivoqué.
La punta de mi lengua empezó a juguetear con sus pezones, uno y otro, en un ritmo frenético y a la vez plácido. Sin embargo, la temperatura de mi cuerpo subía, al ver subir su excitación. Mi lengua y mis manos estaban haciendo un gran trabajo y sus jadeos me indicaban su desenfreno. Hundí mi cara en sus pechos y me dejé llevar.
Pero aquel helado juguetón me pedía más y unas gotas juguetonas hicieron que mi lengua viajara por su tripita que era como ella le gustaba que la llamara. Y aunque ellas corrían, yo me paraba, explorando y saboreando cada rincón de su piel.
Vi como ella movía su culo para abrir bien las piernas en un inequívoco gesto de lo que pretendía. Las gotas de helado seguían resbalando, mientras su sexo se mostraba impaciente deseando su llegada. En ese momento, un poco tahúr, un poco juguetón, dejé que el helado esperara y se derritiera...
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perdida... en ti , un relato para perderse
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Publié :6/1/2009 14h47
Dernière mise à jour :19/4/2014 16h42 4341 vues
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El sonido del tic-tac se había vuelto imperceptible. Las palabras habían desaparecido. Sus oídos se habían ausentado y volaban en busca de otros mundos y otras sensaciones.
¡Tinieblas! No podía tocar nada. El ligero roce de los dedos de su compañero de viaje, le permitían seguir envolviéndose de placer en cada centímetro de su piel.
No sabía el tiempo que llevaba allí, ni le importaba. Atrás había quedado un día de incertidumbre, un reloj que en momentos parecía no caminar y que en otros se mostraba como un certificado de apresuramiento continuo.
Al principio se sentía tensa, abandonada a los designios de aquellas manos. Necesitaba sus palabras, pero no las oía. El silencio la mantenía expectante y pendiente de cualquier movimiento, pero con paso del tiempo se sentía levitar y levitaba en busca del placer.
Un pañuelo de seda en sus ojos, unas cuerdas atadas a sus manos y dos cinturones que impedían mover sus pies bien abiertos, formaban parte de aquel ajuar que pudo observar antes de perder la visión.
No sabía cuántos objetos habían serpenteado por su piel. Podía aventurarse a imaginarlos. ¡No! Mejor será sorprender los límites de la realidad y trascender hacia el infinito.
-¡Vuela!
Por fin una palabra y un beso en sus labios. ¡Cómo los necesitaba! Notó un olor especial, un olor que extasiaba los labios del inquisidor, un olor que delataba las idas y venidas por su sexo.
¡Soy tuya!- No pudo contenerse y lo dijo con una voz que expresaba su estado de embriaguez sexual.
Y comenzó a sentir cómo su sexo se abría más y más, cómo poco a poco se sentía chorrear y cómo nuevos impulsos aceleraban su respiración, contrayendo sus músculos y haciendo retorcer su pelvis.
Sin tener tiempo para recuperarse, notó el peso de su cuerpo y cómo su sexo se abría camino y se hundía totalmente en el suyo.
Apenas podía moverse, así que se dejó llevar, percibiendo un ritmo frenético, al que sólo podía contribuir subiendo sus caderas. Se sentía totalmente entregada y en ese instante quiso cerrar sus piernas ante la llegada de nuevos impulsos orgásmicos. ¡No pudo! Pronto cesaron también los embistes de él y ella no tardó en darse cuenta de cómo sus pechos recibían la recompensa deseada.
La volvió a besar y quitó la venda de sus ojos. Lo miró, sonrió y lo besó apasionadamente.
Intentó encontrar con su mirada cada uno de los objetos que estaban esparcidos por la habitación: una rosa seca, un lápiz, la cubitera con el hielo totalmente derretido, unas plumas, unas trabas del pelo… De repente, paró en su intento. ¡No! ¡La próxima vez quería seguir imaginando!
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